Antes de empezar quiero pedir disculpas por adelantado. No es mi intención ofender a nadie, pero me gustaría despertar esa inquietud que todos tenemos y que puede ayudar a alguien a no caer en ciertas trampas que nos ponen en el mercado.
¿Cómo están los españoles de cultura financiera?. Pues en mi opinión bajita, bastante bajita. Una muestra de ello son los grandes afectados por los sellos, Rumasa, Nueva Rumasa (tiene tela caer dos veces en el mismo sitio), preferentes, y tantas y tantas estafas piramidales que lo único que demuestran es la incultura financiera que hay en nuestro país. En ningún caso estoy diciendo que yo sé mucho ni poco, sino que la mejor inversión es la cultura financiera para poder evitar estas estafas que tanto daño hacen a la gente. Si te parece cara la formación financiera pregunta a los estafados cuánto les ha costado su ignorancia.
Me siento contento de tanta consulta en el email, porque eso significa que a muchos les está despertando esa curiosidad típica de la persona que empieza a descubrir un mundo más allá del ridículo depósito al 0.7% que ofrece su banco de toda la vida. Son preguntas lógicas, pero que demuestran que se quiere aprender. Me parece digno de resaltar, porque el español “medio´´ sólo quiere un ridículo interés del 0.7% seguro y ya está.
La gente se “huele´´ que algo sé pero pocos vienen a preguntarme ni a interesarse sobre economía, finanzas, o cómo intentar sacar unos euros más a sus ahorros. Eso sí, quejas muchas, de que si el plan de pensiones mira qué poco se revaloriza, que si el banco es muy malo, que si comisiones por aquí y por allá. Creo que si la gente pusiera un mínimo interés por sus finanzas personales se daría cuenta del poder de los mercados y que puede ser la llave para vivir un poco mejor. La gente no quiere aprender, ok, no seré yo quien convenza a nadie. Como hago en este blog, yo echo una mano a quien quiera preguntarme, ayudo a diseñar carteras, muestro lo que yo hago, y el que quiera tiene un email donde respondo a diario prácticamente todas las consultas que me llegan.
Vivimos en la era del conocimiento. El que no sabe es porque no quiere aprender. Hoy en día, cualquiera puede aprender de los mejores leyendo su libro comprado por internet, o leer a los mejores inversores del mundo. El conocimiento está a disposición de todos. Pero en cambio, la realidad es que la mayoría de la gente esta en una carrera de deudas y deudas por pagar. Intereses, comisiones, hipotecas, préstamos personales, son claro ejemplo de cómo se evaporan buenos sueldos al cabo del mes.
Yo no voy a hacer apología del BUY and HOLD, pero una persona que no quiere aprender no se puede quejar. No me vale de que te quejes de que trabajas para pagar facturas cuando no gastas ni un minuto al día para formarte y leer. Lo siento, pero ese cuento no me vale.
Lo que sí me doy cuenta es que todo el mundo tiene el mismo problema: falta de dinero. Absolutamente todos se quejan de lo mismo, que si cobro poco, que si pago mucho, que si bla bla bla, pero nadie tiene una carterita de acciones, ni fondos, ni ETF ni nada.
Las cosas no hay que tomárselas en extremo. Me explico, en este blog estoy explicando paso a paso cómo lo estoy haciendo yo, pero mucha gente me pregunta de que si la vida hay que vivirla, que no merece la pena ir al extremo. Es que yo no voy al extremo, ni lo hago ni lo recomiendo. Se debe hacer con cabeza y poco a poco. No entiendo por qué todo el mundo se tiene que ir al extremo. Bueno, pues os sorprenderíais de la gente que dice que la vida hay que vivirla y que no merece la pena lo que hacemos aquí. Pues esas mismas personas 2 años después están con hipotecas hasta el cuello y varios préstamos personales por pagar. Es que la vida es así, si quieres vivir el presente a tope, será mañana cuando estés mal económicamente. Y todo el mundo termina igual al cabo de unos años, sin un duro y llorando. Son varias las personas las que se vanagloriaban de sus pisos en la playa y su BMW´s a full equipe cuando ahora no pueden ni echar gasolina a su coche. Es que esta película la he visto muchas veces y siempre acaba igual, trabajan para pagar deudas, nada más. No piensan en el futuro, y el futuro está a la vuelta de la esquina.
Sinceramente, y desde el anonimato, yo pediría ayuda. Yo si estuviera en la situación de muchos conocidos pediría consejo, ayuda o lo que sea para que me hagan razonar y pensar. Pero la realidad es que no, se encierran en sí mismos como si pedir ayuda o consejo fuera malo. Pues no, es de sabios reconocer que si alguien por lo que sea tiene una visión más amplia que nosotros pidamos ayuda o consejo. Yo lo he hecho muchas veces en mi vida, y no me avergüenzo de ello, al revés, pedir consejo a gente de éxito me ha ayudado bastante.
Al final la vida nos da lo que cultivamos. Si cultivas para tener un buen futuro lo notarás. Vas a estar unos años invirtiendo, pero lo irás notando. De la misma manera que el que se endeuda y trae dinero del futuro para disfrutar el presente paga en intereses y comisiones lo que no está escrito, y luego te echan del trabajo y el mundo se acaba porque menuda tragedia.
Si hay algo que nos ha enseñado esta crisis es que al final las deudas se pagan, de una manera u otra. Si no pagas tu hipoteca te vas a la calle. No hay que irse a los extremos en esta estrategia, la vida hay que disfrutarla, claro que sí, para eso invertimos, para vivir mejor, pero sin descuidar la siembra de nuevas semillas.
Yo no tengo hijos, pero los que los tengáis yo les haría el mejor regalo que se puede dar: formación desde pequeñitos. Que de 100 euros que ganes, inviertas 30 euros, y que cultives esas semillas que te darán fruta en el futuro. Y el futuro siempre llega. Si invirtiéramos ese 30% generación tras generación imaginad el poder que tendría nuestra familia.
Poco a poco me voy incorporando al trabajo, y os aseguro que se vive mejor sin trabajar. Si tuviera la independencia financiera no hubiera vuelto, y es que me queda pendiente ver la playa este año. Lo bien que estaría ahora en la playa tomando el sol. Por eso, a todos esos que me preguntan si merece la pena el esfuerzo les digo que SÍ, merece la pena y mucho. Yo seguiré regando las semillas sembradas para comer fruta en un futuro no muy lejano.
Un saludo.
El monje.