
Antes de nada quería decirles que los días 21 y 22 de enero, sábado y domingo, haré un curso nivel básico para gente que sabe poco o nada de bolsa. Voy a poner una pestaña en la parte superior del blog para todo aquel que quiera aprender sobre bolsa ese fin de semana. Es para gente con nivel bajo, para gente que no sabe nada o poco de bolsa. El curso se imparte vía online para reducir costes, aunque en breve empezaré a hacerlos presenciales en Madrid, Barcelona y Valencia. Ya he formado a más de 2000 personas y quiero hacerlos de manera presencial. Si tiene interés en hacerlo mande un email a elmonjepaciente@hotmail.com. Tienen más información pinchando aquí.
Haciendo referencia al título de la entrada, tenemos que dejar de ser tan exigentes. La sociedad nos educa desde pequeños, que es cuando más vulnerables somos, que tenemos que ser los números 1. No que debemos, sino que tenemos. Crecemos sufriendo ese bombardeo continuo hasta que llegamos a la edad adulta, y es cuando esa educación que nos han inculcado se hace presa de nosotros.
Y es que cuando una persona se incorpora al mercado laboral empiezan los problemas. El querer ser el número 1 hace varias cosas. Lo primero es que crea en nosotros un sentimiento continuo de frustración. No todo el mundo puede ser el director general de la empresa donde trabaja. ¿Pasa algo por ser el número 4?. Yo me siento a gusto siendo el 4, que pasen los números 1 a partirse el alma, total, yo estoy bien como estoy.
Y es entonces cuando todo vale, matarse a trabajar más horas para tener un puesto mayor, para ganar más, para tener más cosas…¿para qué?. Si la felicidad está dentro, no fuera, si lo realmente importante es el tiempo y es a plazo fijo. ¿Para qué quiero un BMW 8 cilindros último modelo, si yo con el mío estoy bastante contento?. Pues que pase otro a partirse el alma para conseguir el BMW, yo ni lo quiero ni lo necesito.
Una vez que aprendí a no dar valor a las cosas materiales, las cosas se volvieron más sencillas. Pero si es que la felicidad es tener comida, bebida, alguien a quien querer, un puñado de amigos y poco más. ¿Para qué matarse a trabajar para tener cosas que no necesito?. ¿O sí necesito?. Pues depende de cada uno. Yo hace tiempo aprendí que lo importante es gratis o muy barato, y que lo demás sobra.
Con respecto a la independencia financiera yo la vivo ya. ¿En qué sentido?. Pues a medida que cobro más por rentas pasivas, mi presión por perder el trabajo tiende a 0. Por lo tanto voy a trabajar, sí, pero para mí es como un juego, no pasa nada si lo pierdo, el dinero seguirá entrando y supera con creces mis gastos. Si tengo lo básico cubierto y no deseo cosas materiales ¿soy libre?. Pues quizás sí.
Con respecto a la bolsa va todo muy bien. Tenemos lo más importante, un sistema, y está demostrado aquí que funciona, y muy bien. Las opciones se van desgastando lentamente hasta que caducan, y de momento 0 ejecuciones. Y es que no puedo pedir más, roté MONSANTO con jugosas plusvalías, vendí el ORO, vendí opciones y ya tengo la cartera hecha. Ya tengo en mente el siguiente valor, el cual estoy estudiando a fondo y quiero abordar como he hecho con REE, ir incorporando en cartera tardando dos años.
Y es que nadie dijo que este camino fuera fácil, es muy difícil, ¿o es que se piensa que le van a dejarse salirse del sistema porque sí?. No, no, no, no es nada fácil, hay que tener una fuerza de voluntad tremenda, ya que la gente suele tener sueldos justos, viviendas con hipotecas/alquileres caros, y bajo ahorro. Esto que hacemos es muy difícil, y siempre comienza igual, comienza en el momento que se cambia el chip y se deja lo material de lado. ¿Hasta cuando?. Hasta que sus activos paguen sus pasivos, nunca al revés o iremos como el resto de la sociedad. Creo que hay que darle más valor a la vida y ser menos exigentes con nosotros mismos, total, todos vamos a acabar igual. Disfruten del camino.