¿Cuándo venderá el monje paciente?

Ayer uno de los lectores del blog preguntó al monje cuándo vender. Como yo no lo tengo claro, la verdad, voy a ver al monje paciente a ver qué me dice. Me lo encuentro leyendo un libro interesante, el Inversor Inteligente de Benjamin Graham debajo de una encina. Me sonríe al verme y me dice: «Mi querido amigo, ¿qué te trae por estas tierras?. Señor monje paciente:¿cuándo vende usted?. El monje paciente se incorporó y me respondió: «Esa es la pregunta más complicada que me has hecho hasta ahora´´.

El monje paciente dice que a un valor lo podemos ver desde tres ópticas diferentes:

1) Si recibimos por ejemplo un derecho como dividendo y el PER es muy alto él recomienda vender los derechos porque recibiríamos acciones a un PER muy alto y eso va en contra de sus «criterios de compra´´.

2) Si el valor ha subido mucho pero sigue en tendencia alcista por encima de media móvil, el monje paciente recomienda no tocarlo ni comprar más. Cobrar dividendos y reinvertirlos en la más barata que se tenga.

3) Si el valor ha subido mucho, está a un PER altísimo, se pone unos meses lateral en precio, y se empieza a colocar ya por debajo de la media móvil de 30 semanas, él recomienda no tocarlas hasta que pasen años y vuelva a situarse por encima. Aquí muchos venderán porque se inicia una tendencia bajista, y aquí está el dilema. Pero el monje pregunta: ¿cuánto durará la tendencia bajista?. Lo desconozco, por lo que yo no vendo algo para recomprarlo más barato. Tendría que pagar a Hacienda el 21% y al bróker y no sé si llegará a bajar eso. Por eso no hago nada si el valor es de los buenos.

Entonces, ¿cuándo vende el monje paciente sus acciones?. Sólo en dos ocasiones:

1) Cuando el negocio de la empresa haya quedado totalmente afectado y sea irrecuperable. Ahí deberemos asumir nuestro error al elegir mal la empresa y rotarlo a otro sitio. Fallo nuestro y grave además.

2) Cuando tengas una necesidad vital de dinero por motivos de salud u otra necesidad básica. El monje paciente dice que esta estrategia crea riqueza, y lo está haciendo, pero que si necesitamos dinero para algo realmente importante tenemos que utilizarlo. Para eso creamos riqueza, para usarla cuando realmente la necesitamos. 

Os pongo un ejemplo: el monje paciente el otro día tenía una dolencia de rodilla. Fue a la seguridad social y le dieron cita para 6 meses de espera para algo que es urgente. En este caso fue a un hospital privado y en dos horas tenía los resultados, con un diagnóstico y tratamiento personalizado. Para esto quiere el monje paciente su dinero, no para coches, ropas o teléfonos móviles.

El monje paciente dice que tenemos que ser perseverantes en nuestra estrategia, pero que no seamos esclavos de ella. Estamos creando riqueza para usarla cuando tengamos problemas. El monje paciente se alegró mucho cuando en dos horas solucionó lo que le daban 6 meses de espera.

Monje paciente: ¿Y si vivimos una burbuja?. El monje dice: «Si has hecho bien tu trabajo y has comprado barato, por ejemplo TELEFÓNICA a 11 euros, y sube a 100, y luego se desploma a 50 no pasa nada. Pero si lo has hecho mal y lo compraste a 100 estás arruinado´´.

Por esto el monje dice: «El dinero se gana cuando compras, no cuando vendes. No os preocupéis ahora de cuándo vender. No es el momento. Es momento de comprar buenos valores a precios baratos. Cuando llegue el momento ya veremos, pero preocuparos a qué precio compráis´´.

Con respecto a la venta tenemos dos opiniones generales en cuanto a los seguidores de BUY and HOLD:

1) Los que no venden nunca. Benjamin Graham.

2) Los que venden en momentos de sobrevaloración extrema. Warren Buffet.

El monje paciente dice que los dos y ninguno llevan razón. Si Warren Buffet es de los más ricos del mundo por algo es. Eso nos tiene que hacer pensar. Pero Buffet es discípulo de Graham, por lo que también tenemos que pensar eso.

Hay una cosa clara. Todos, absolutamente todos los seguidores de BUY and HOLD se basan en la paciencia, sangre fría y operar muy poco. 

El monje paciente dice: «Si tu objetivo es vivir de los dividendos, no deberías vender, porque el interés compuesto tiene que hacer su trabajo. De todas formas, cuando llegue ese momento del mercado me vuelves a preguntar que seguiré aquí sentado leyendo´´.

El monje os saluda.